Sistema portuario

La República Argentina cuenta con un extenso litoral marítimo y una vía navegable fluvial de relevante importancia (la conformada por los ríos De la Plata, Paraná y Paraguay) sobre los que se sitúa un importante conjunto de instalaciones portuarias de uso tanto público como privado.

Teniendo en cuenta las escasas profundidades existentes en buena parte del litoral marítimo y en la vía navegable fluvial ya mencionada, y el constante crecimiento en el tamaño de los buques que acuden a los puertos argentinos, redunda en la necesidad de ingentes esfuerzos en tareas de dragado para lograr progresivos aumentos en las profundidades disponibles y, permanentemente, conservar los niveles alcanzados.

El transporte por agua se encuentra, desde hace varias décadas, fuertemente especializado en función del tipo de carga atendido, tanto en lo que hace a los tipos de buques utilizados como desde el punto de vista de las instalaciones portuarias preparadas para recibirlos. Se distinguen, así, tres grandes grupos (de buques y puertos) que abarcan casi la totalidad de la actividad a nivel mundial:

a) las cargas líquidas a granel (donde ocupan una posición dominante el petróleo y sus derivados)

b) las cargas sólidas a granel (con los grandes subgrupos de minerales y granos)

c) la carga en contenedores.

El sistema portuario argentino refleja, naturalmente, la situación descripta.